miércoles, 7 de julio de 2010

Cualenco

El cielo estalla en tonos de escarlata,
El día está llegando a su fin.
Se siente en el aire, descanso.
Los nobles, vuelven a sus raíces,
Miran con ansia, a quienes los esperan.
Las puertas de par en par,
Dejan entrever, el hogar.
Movimiento y alegría, más allá del cansancio.
Sonrisas, momentos de encuentro,
Risas, y más risas, entre bostezos…
Llego la hora esperada por el laborioso.
Ante él, el trabajo de quienes quedaron
Preparando la recibida para la llegada
Del conquistador de la vida, del día a día.
Colonizador de destino e ideales,
Ansioso, por cumplir propósitos.
Voluntad encarnada.
Mira lo que tiene delante, el manjar,
Su familia, la gratitud de quienes lo aman.
De allí se alimenta, bebe de las sonrisas,
Y degusta de los ideales que los más pequeños
Cuentan como propios, así, recuerda.
Se siente también él un niño con sueños.
Luego de esta panzada, descanso,
En los afectos entrañables que lo rodean.
Antes de darse cuenta,
El cielo estalla en tonos de escarlata,
El día comienza, ya descansado.

06.04.10

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