El reflejo de la luna en el río,
remonta tiempos de brillo.
La luz como el amor naciente
y constante de los enamorados
del mismísimo amor.
El valiente corazón de los jugados,
que sienten y aman,
desborda de romanticismo
al ver esa luna;
las palabras de los humildes poetas,
fluyen dejando en los huecos
corazones escépticos,
algún credo.
La pureza que alumbra indica:
hay nuevos corazones conociéndose.
06.02.10
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