Dulce Monotonía (28-01-13)

“y sin querer, se dio cuenta, que había caminado infinidad de veces por ahí; y sin querer pensó, que infinitas veces, había sido feliz…” Una y otra vez, la costumbre. Distinta. No esa costumbre aburrida y agobiante. Mas bien, esa agradable rutina, Aquella que degustamos repetidas veces, Y de la cual no nos cansamos. Tal vez sentimos el cuerpo débil, Los ojos pesados. Pero el espíritu… el espíritu intacto E incansable. Es el motor. Y así continuamos con esta deliciosa y Repetitiva forma de vivir, Que no es más que, una dulce monotonía.