jueves, 13 de diciembre de 2018

Condena

Todavía arde mi piel, Sintiendo las yemas de tus dedos. Aunque ya, lejano nuestro encuentro, Hay fuegos que siempre son incendios. Todavía escucho tu voz, zumbando en mi oído, Y es cierto que los sentidos, no sirven para el olvido. No es solo, nostalgia, No es solo, el recuerdo. Aun, en esta distancia, creo sentir tu cuerpo. Pero mi condena es tu intelecto, Mis ansias de tomarlo. Ese interrogante que me atrae, ya no se como calmarlo. (13-12-18)

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