martes, 11 de diciembre de 2018

En sintonía

Y a veces sucede. Observamos una pequeña luz, en un cuadro oscuro; en un mundo apagado. Y ese destello, nos encandila, nos ciega, porque nos sorprende. Porque sale de la universalidad tenue que nos atraviesa, porque resalta y no solo los ojos se exasperan. El corazón, también lo hace. Porque la luz, no es solo luz. Es sensibilidad. Es calor, es fuego. Es empatía. Es identificación. Es sentir, la comprensión, y por un momento, compartir la locura. Es saberse entendido. La luz a veces quema, tanto que nos abstrae. 20-11-18

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